Capitulo 5.- Ahora me empezaba a gustar

 

*Capitulo anterior*

- Bueno pues allá vamos…-Dije suspirando mientras entraba por la puerta detrás de Paula.

Cuando di un paso más, alguien me agarró fuertemente del brazo y tiró de mí haciendo que saliese de la sala en donde iba a entrar. Me acorraló en la pared y entonces, miré fijamente sus ojos color miel y totalmente penetrantes. Inconscientemente sonreí, aunque tenía ganas de meterle una hostia en toda la cara.

- Justin, ¿Qué haces?-Conseguí decir.

- Te voy a secuestrar.-Rió, impactando su aliento en mi cara.

Capitulo 5.- Ahora me empezaba a gustar

Cuando dijo esas palabras pensé que era de broma, para ver mi reacción y reírse de mí, pero no lo era pues tiró fuertemente de mi brazo para llevarme a su moto. Pero yo frené y no me moví del sitio en donde ahora mismo me encontraba, ni un solo milímetro.

- Suéltame.-Le ordené.

- No, ahora te vas a venir con migo.-Volvió a tirar de mi.

-Si claro y por eso ayer me insultaste delante de todo el mundo ¿no?-Dije prácticamente gritando mientras intentaba soltarme de su agarre.

- Primero, fuiste tú la que me dejó en evidencia y segundo, odio que no intentes nada con migo, realmente me frustro muchísimo.

Eso que dijo la verdad que me hizo bastante gracia y aunque tuve ganas de reírme, no lo hice. No era momento para echarse unas risas, ahora lo que quería era entrar a clase, que me la estaba perdiendo por su culpa.

- Yo no soy una tía de esas que tú usas para una noche y luego si te he visto no me acuerdo.-Le dije, elevando el tono de voz.- Ya te dije en la fiesta, que no todo en la vida es correr, que reduzcas la velocidad y te des cuenta de las cosas Justin.- ¿Por qué le estaba diciendo todo esto?-Ahora déjame entrar al aula por favor.

Le miré directamente a los ojos, y en ellos no se veía brillo alguno sino furia, arrepentimiento e ira. Suspire y me llevé una mano a la cabeza. En el fondo sabía que moría de ganas en ir con él pero nunca me había saltado una clase y me resultaba extraño.  Aún estábamos pegados, sintiendo como nuestros corazones latían al mismo tiempo y la sangre hervía en nuestras venas.

- ¿A dónde me vas a llevar?-Conseguí decir al fin, haciendo que una sonrisa saliese de su boca.

- Ven, vamos.-Dijo agarrando mi mano fuertemente como si su vida dependiera de ello.

Bajamos las escaleras rápidamente, saltándolas de dos en dos y con la respiración acelerada corrimos hasta su moto que quedaba justo en una concentración de gente que estaba sentados en unas mesas fumando y gritando; también habían dos chicos peleándose. Supuse que eran amigos de Justin ya que él los saludó.

- Sube y agárrate a mi ¿si?-Me dijo mientras subía a su moto negra.

- Vale.-Le respondí abrazándome fuertemente a su cintura y apoyando mi cabeza en su espalda. Lo escuché reír.

Mientras arrancaba, observé como una chica de aquel grupo no me quitaba la vista de encima. Lucía unos ajustados jeans con unos taconazos y luego, una camisa que dejaba al descubierto su ombligo. Y luego estaba su largo y alisado pelo rojizo que le llegaba hasta las caderas. Supuse que ni aun se terminaba de creer que estuviese ahora mismo con Justin, ya que yo comparada con ella daba bastante pena…

Al fin, la moto comenzó a andar y salimos del centro, mientras todo el mundo  nos miraba con atención.

*************

Después de una media hora más o menos llegamos a nuestro destino. Era una especie de playa totalmente solitaria con algunas casas alrededor y una enorme roca en medio del mar. Me encantaba.

Bajé con cuidado de la moto para no tirarla y me reuní con Justin, que caminaba con decisión hacia la orilla. Una vez que llegó allí se paró y yo pude alcanzarle.

- Bueno….-Suspiré.

- ¿Te gusta?-Me miró.

- Es bonito, aunque esta algo abandonado.

- Yo antes venia con mis padres aquí.-Se sentó y yo le imité.-Y todo esto estaba a rebosar de gente pero al final se acabó quedando vacío.

- ¿Por qué?-Pregunté curiosa.

- Los niños que solían venir aquí se hicieron mayores y sus padres envejecieron.-Puso una mueca un tanto extraña.- Y esto está en el quinto coño.

- ¡Justin!-Exclamé riendo.- La ultima frase te sobraba.

Dirigió la vista a mí y comenzó a reír negando con la cabeza, se veía hermoso de esa forma. Luego pasó su brazo por mis hombros y besó mi mejilla, que esta al segundo cogió un color rosado y luego, rojizo. Me tapé con el pañuelo un poco para que no se diese cuenta pero fue en vano.

- Eres muy graciosa cuando te sonrojas.

- Ya, cállate.

- No quiero.-Se encogió de hombros y se separó de mi para mirarme con una sonrisa pícara.- ¿Sabes lo que quiero?

- Ni voy a acostarme con tigo, ni voy a besarte, ni nada de esas cosas.-Le avisé apuntándole con mi dedo índice.

- Me refería a otra cosa.-Se puso de pie frente a mí, quitándose la zapatilla y tirándola a Dios sabe donde.- Digo, que quiero que nos demos un baño.

Cogió mi mano y tiró de ella para levantarme. Sacudí la arena de la camiseta y luego crucé mis brazos frunciendo el ceño.

- ¿Has dicho NOS?

- Eso mismo cariño.-Carcajeó acercándose a mi.

Quise correr hacia el lado opuesto en donde se encontraba pero mis pies estaban totalmente pegados a la arena, imposibles de mover. Justin me cogió, en menos de un segundo, en volandas y corrió hacia el agua con migo por delante. Yo por supuesto no hacia más que gritar e intentar zafarme de su agarre, pero era totalmente imposible.

- ¡Justin que llevo la ropa puesta!-Exclamé cuando el agua empezó a rozar mis pies.- Llévame a fuera.

- Pues quítatela, fácil.-Carcajeó mientras se metía más adentro.

- Vete a la mierda.-Le insulté.

- ¡ME INSULASTE!-Gritó.-Ahora ya, no tienes escapatoria muñeca.

Y dicho eso, se zambulló con migo. Cerré los ojos y la boca para evitar que me entrase el agua, pero Justin comenzó a hacerme cosquillas y me tragué medio mar. Cuando conseguí que me dejase,  salí a la superficie y allí me lo encontré riendo a más no poder. Sin duda esta era la otra cara de Bieber que no conocía.

- Eres un asqueroso, casi me ahogo.-Le eché agua.

- Mira que sexy estas mojada.-Encarné una ceja.-Lo digo sin doble sentido, no pienses mal anda.

De nuevo, me enrojecí y una sonrisilla salió de mis labios.

- Vamos a salirnos hace frío.-Dije pasándome la mano por los brazos.

- Si,  ven aquí.

Me acerqué a él y cuando estuve a su altura, envolvió todo mi cuerpo con sus robustos y musculosos brazos  proporcionándome algo de calor.

Salimos del agua y nos quedamos aún abrazados en la orilla del mar, viendo como algunas gaviotas pasaban y cogían algún pez y cómo el sol se iba escondiendo. Nunca en mi vida pensé que Justin podría ser tan divertido, dulce y tierno. Ahora era cuando me empezaba a gustar…

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OS QUIERO CHICAS!