Cap.22 Una Rosa Blanca.(Maratón)

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-¿Quieres salir esta noche?-Se encogió de hombros.-A cenar por ahí….

-¿Tu y yo?-Pregunte.

-Si, solos.

¡ASDFGHJKLÑPOUMFAFAOFLAP0RKLGMNSIOFOPAPLKÑJGDAS OH SI UNA CENA  CON BIEBER! No tardé en pensármelo dos veces y acepté encantada.

 -Vale, me parece bien.

Lo dije neutral como si me diera un poco lo mismo. No quería que me tomara por loca desesperada ni nada por el estilo, me guarde mis alegrías para mis adentros.

-Tendré que llamar a Caitlin…-Dije.

-Bueno, en ese caso me voy a casa de Christian y os dejo tranquilas…

Asentí con la cabeza y se fue para abajo donde estaban Chaz y Ryan un buen rato esperando sin saber que hacer. Cogí mi móvil y le envíe un mensaje a Caitlin.

“Ven corriendo a mi casa, esta noche me voy con Just a cenar. ¡NECESITO TU AYUDA!”

A lo que me respondió:

“Tranquila ya voy. En cinco minutos me tienes allí”

Y no se equivocó, al poco rato llegó cargada de un montón de cosas para mí. Esta noche iba a ser genial, de las mejores.

Cap.22 Una Rosa Blanca.

Las cosas iban de mal en peor conforme avanzaba la tarde. El vestido que me había traído Caitlin me estaba algo estrecho y encima al intentar plancharme un poco el pelo me lo había dejado peor de lo que estaba. Una tragedia en resumen.

-¡Que Mierda!-Grité

-Tranquila.-Intentó calmarme Caitlin.- ¿A que hora as quedado con Justin?

-A las nueve.-Dije desanimada.

Miro su reloj y sonrío. Le miré esperando a que dijera algo.

-Son las ocho, nos queda una hora.-No se de qué se alegraba tanto.-Te dejo a ti arreglándote el pelo y yo me voy a la tienda a cambiar el vestido ¿Vale?

No le respondí, me tiré a abrazarla y le bese en la mejilla como señal de agradecimiento. Me tendió la plancha y se fue corriendo a por un vestido un poco más grande. No podíamos perder ni una milésima de segundo o si no, llegaría tarde.

Justin me recogería aquí a las nueve e iríamos a un restaurante a cenar, de esos pijos a los que la gente va siempre tan arreglada y les sale el dinero de los bolsillos, pues uno de esos.

Oí la puerta cerrarse y pensé que era Caitlin pero era imposible porque acababa de irse.

-¿Quién es?-Dije gritando para que me oyera.

-Soy Pattie, ¿Dónde estas?-Me grito ella.

-¡En el aseo!

Oí sus pasos aproximarse hacia donde yo estaba y la ví allí mirándome en el marco de la puerta sonriendo de oreja a oreja. Se acercó a mí y me quito la plancha de las manos para pasármela ella por el pelo seguidamente hasta que se me quedara liso por completo. Mientras hacia eso, yo cogí el estuche de maquillaje y me puse un poco de rimel, un poco de base pero no mucho y algunas cosas más.

-Asi que… tú y mi hijo os vais por ahí.-Musitó Pattie dejando un mechón de pelo liso a un lado.

-Si pero una cena de amigos quiero decir que…-Mierda, ya comenzaba a hacerme un lío en mi cabeza a causa de los nervios.-Bueno da igual, simplemente me va a llevara cenar.

-Os puedo dejar las llaves de la casa e irme para dejaros intimidad.-Rió y yo me giré.

-¡NO! ¡Pattie por favor!-Rió mas y al final me contagio a mi la risa.

-Anda gírate que asi no puedo.-Me toco el hombro y me puse mirando al frente.

La madre de Justin era el ser mas amable y divertido de la Tierra, no me podía creer que hubiera dicho eso. Mi padre lo mas seguro hubiera matado a Justin por invitarme a cenar pero ella se lo había tomado bien.

-Bueno pues ya está.-Dijo desenchufando la plancha.

Había quedado perfectamente liso, me miré al espejo y por una vez me sentí guapa y especial.

-Muchas Gracias.-Le besé en la mejilla y ella me abrazo.

-Ahora solo falta es vestido.

En ese instante apareció mi amiga con una bolsa enorme más grande que ella, ¿asi había ido por la calle? Reí un poco y luego cogí el vestido. Era diferente totalmente al que me iba a poner pero me gustaba, había elegido muy bien.

-¿Qué hora es?-Dije desesperada.

Caitlin miro su reloj.

- Quedan exactamente quince minutos para las nueve.-Pattie y ella me empujaron dentro de la habitación.-Corre vístete.

Me cerraron la puerta para que pudiera terminar de darme los últimos arreglos y ponerme el vestido. Quedaban quince minutos para tener a Justin de nuevo aquí y aun seguía en  pijama.

Oí como el timbre resonaba en toda la casa y se me formó un enorme nudo en la garganta.

“Solo te ha invitado a cenar, una cena de amigos” “Respira” me repetía mil veces para calmarme. Golpearon la puerta y me sobresalté.

-¿Te falta mucho?-Era Caitlin.

-Emm… no no ya salgo.-En realidad aun no tenia puesto el vestido.

Me lo coloqué deprisa al igual que los zapatos y abrí la puerta. Caitlin estaba ahí esperándome y cuando me vio se le quedó la boca abierta.

-¡Dios mio! ¡Vas hermosa Alicia!-Exclamo mi amiga.

Di una vuelta sobre mi misma y sonreí.

-Gracias Caitlin, ha sido gracias a ti.-La abracé.

Iba vestida así:

Suspiré antes de encaminarme hacia abajo donde estaba Justin hablando con su madre y cogida del brazo de Cait me dirigí a Justin. Giro su vista hacia mi y sonrió de oreja a oreja. Se levanto y me dio un beso en la mejilla.

-Vas preciosa.-Me halagó.

-Pues tú no te quedas corto.-Le dije yo.

El iba perfectamente vestido así:

Beso mi mejilla y un flash nos saltó en toda la cara, era su madre que estaba haciéndonos fotos para luego, según ella, ponerlas en un enorme álbum.

-Iros ya o llegareis tarde.-Nos advirtió Caitlin.

-Si, vamos.-Dijo Justin.

Se adelantó un poco y me abrió la puerta de casa, yo le dije un “gracias” con los labios y nos subimos en el coche.

La verdad que no tenía ni idea del nombre del restaurante pero sabía que era de los pijos. A cada minuto que pasaba la tensión se apoderaba de mí. No sabía porque demonios estaba tan nerviosa pero no podía parar de mover las piernas o las manos.

-¿Te encuentras bien?-Me pregunto Justin sin despegar la vista de la carretera.

-Si, estoy perfectamente.-Mentí.

Llegamos al restaurante colapsado por paparazzis y muchísimas fans de mi amigo que rodeaban todo el recinto impidiendo la circulación de los coches. El nuestro llevaba los cristales tintados con lo cual no se dieron cuenta de que ya estábamos allí.

-Llamaré al dueño para que nos deje entrar por atrás.-Dijo ya con el móvil puesto en la oreja.

Le hice un gesto con el dedo indicándole que me parecía bien. Terminó de hablar con el hombre y nos dirigimos con el coche  dando una vuelta a la manzana hasta la parte trasera donde dos chicos nos esperaban. Bajamos y pasamos a dentro. Justin me cogió por la cintura.

-Le hemos puesto esta mesa un poco alejada para que no os molesten.-Dijo el camarero.- ¿Os perece bien?-Joder macho, que educado.

-A mi me parece perfecto.-Dijo Justin.- ¿A ti Shawty?

-Si si, esta está bien.-Miré al camarero.-Gracias.-Le agradecí amablemente.

Nos sentamos y pedimos lo que íbamos a cenar. Todos los platos tenían nombres muy raros y casi imposibles de pronunciar, pensé en decirle que a mi con un trozo de carne y patatas me bastaba pero al final me decanté por un bistec de Ternera y Justin para hacer la gracia se pidió langosta pero luego la cambio por un plato igual que el mio.

Mientras Esperábamos nuestra cena comenzamos a hablar.

- Estas hermosa.-Me halagó Justin.

- Tu también.-Sonreí.

No dejamos de mirarnos después de aquello y no era incomodo. Simplemente exploraba sus ojos color miel intentando descifrar lo que pensaba y él no despegaba la vista de mí.

El camarero se nos acercó con nuestros platos y me entregó a mi una pequeña rosa blanca de parte de un chico que estaba allí, sin duda me quedé impresionada.

-¿Estás de coña?-Dijo Justin...-Vamos, no me jodas anda.

El chico que nos estaba atendiendo se quedó algo sorprendido ante lo que había dicho Justin, posiblemente seria la primera vez que en aquel sitio alguien hablaba de ese modo.

-Señor, aquel chico me lo ha ordenado.-Nos lo señaló.

Estaba algo alejado de nosotros pero podía verle perfectamente. Pelo rubio y algo alborotado, sonrisa perfecta y unos penetrantes ojos de un color desconocido para mi ya que no lograba verlos. Justin se tensó al ver que me empezó a interesar.

-Bueno, deja el tema ya y cenemos.-Pinchó con mi tenedor un trozo de carne y me lo metió a la boca.

-Espera, quiero ver quien es.-Trague el trozo que había metido Justin en mi boca y fui donde se encontraba el chico.

Estaba de espaldas con lo cual no podía verme pero el ruido de los tacones me delató y se giró para ver de quien provenían.

-Cuanto tiempo ¿No?

En ese momento me arrepentí de haber ido totalmente….