Capitulo 29: Reencuentro.

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Seguí comiendo pero esta vez algo mas despacio y luego me fui a dormir. Era algo pronto pero mañana tenia que madrugar para coger el avión a un destino desconocido para mí. Sin duda estaba muy nerviosa, pero no quería aparentarlo mucho.

Me coloqué los auriculares y comenzó a sonar Never Let You Go, con eso me quedé durmiendo nada mas el primer minuto de canción.

Capitulo 29 Reencuentro.

- NARRA PATTIE-

Mi despertador comenzó a sonar y rápidamente lo apagué para que Justin no lo oyera. Hoy venia Alicia así que tenia que ir a la casa donde se hospedaba, para dar los últimos retoques con ayuda de Caitlin, Christian, Chaz, Ryan y Kenny. Hoy mi hijo se encontraría algo solo, pero valía la pena.

Me vestí a la velocidad de la luz y fui a la casa, allí ya estaban los hermanos Beadles. Había decidido dejarles dormir un poco a los dos inquilinos de mi hogar ya que eran las ocho de la mañana; pero enseguida iría a llamarles, los pobres ayer quedaron agotados con intentar que Justin no se escapara de casa y a meter los muebles nuevos que habían traído.  Llame a timbre y Caitlin me abrió.

-¡Buenos días Pattie!-Me saludó.- Ya hemos hecho el cartel de bienvenida y hemos hinchado algunos globos y los hemos metido en su habitación.

- ¿Morados no?-Pregunté.

- Morados.-Afirmó ella.

Entré y vi a Christian terminando de pintar un lado del salón que se nos había quedado a medio. Me puse a ayudarle mientras que su hermana colocaba la habitación donde dormiría Alicia.

Ayer hablé con el padre de ella para decirle que no debía decirle nada porque Justin le había contado que estaba aquí en Atlanta, la pobre tendría que enterarse cuando viera a mi hijo delante de ella…

-NARRA JUSTIN-

Los rayos de sol incidiendo en mi cara hicieron que me despertase. No había ningún ruido abajo así que supuse que estaría solo como la mayor parte del día de ayer.

Con pesadez fui hasta la habitación de mi madre y estaba vacía, al igual que la de mis amigos. Bajé hasta la cocina y me puse a desayunar en el silencio de la casa. Cogi un tazón de leche y me vacié una caja de cereales entera, comencé a comérmelos lentamente y sin ninguna prisa. Hice la acción de coger mi móvil para conectarme a Twitter pero me acordé de que no lo tenía, me enfurecí y puse la televisión para ver lo que hacían pero solo hablaban de las continuas guerras, accidentes de tráfico y violencia en la calle así que decidí apagarla porque si no, acabaría deprimiendome.

Una vez que había desayunado me puse ropa y como no podía salir me senté en la cama con una libreta y comencé a escribir cualquier cosa que se me venia a la cabeza.

- NARRA ALICIA-

La azafata del avión en donde viaja informó de que despegábamos ya. Miré a mi padre nerviosa y me agarro de la mano para tranquilizarme. Al final, no me decía a donde íbamos por lo tanto viajaba a un sitio desconocido para mi.

Mis amigas habían estado en mi casa hasta la hora de irme y es lo que mas me había costado. Prometí llamarlas todos los días, hablar con ellas por la cámara Web y no olvidarlas nunca, pero yo sabia que era imposible tener el mismo contacto como antes y eso me dolía muchísimo.

- Papá.-Le llamé.- ¿Me dices ya donde vamos?

-No cariño.-Beso mi mejilla derecha.-Te he tapado los ojos para que no vieras el cartel de a donde íbamos y te he obligado a ponerte los cascos con la música alta para que no oyeras el destino…-Se encogió de hombros.-Ahora tan fácil no te lo voy a decir.

- Justin quería estar allí para recibirme.-Le reproché.-Ahora no podrá estar…

- Tranquila, tú sólo espera y lo sabrás.

Bufé  y me recosté en el asiento para dormir un poco, lo necesitaba.

- NARRA RYAN-

Después de terminar de colocar todo lo de la casa de mi amiga, regresé a donde me hospedaba para estar un rato con Justin que en estos momentos lo mas posible es que estuviera de los nervios. Metí la llave en la cerradura y abrí la puerta.

- ¿Justin?.-Le llamé.- ¿Dónde estás?

- ¡Aquí!.-Me llamo desde arriba.

Dejé las llaves en el cajón que había al lado de la puerta y subí las escaleras para reunirme con mi amigo. Estaba tumbado en la cama con su famosa libreta y un lápiz en la boca.

- ¿Qué haces bro?.-Me senté a su lado.

- Escribir canciones.-Suspiró.-Pero no tengo mucha imaginación.

Le quité la libreta de las manos y leí lo que había escrito:

Está escrito en Ingles por supuesto, pero lo pongo en Español para que se entienda

“Sólo en mi cuarto esperando tu llamada para venir pronto… Yo  por ti yo caminaría miles de kilómetros para estar en tus brazos…OH Yo...OH yo...Yo te amo, y todo va a estar bien...A estar bien...”

Después de leer eso le miré y él se encogió de hombros sosteniendo una enorme falsa sonrisa. Encarné una ceja.

- ¿Be Alright?

- Si, pero aun la tengo que terminar y todo eso…-Pasó una mano por su cabeza alborotándose el pelo.

Asentí con la cabeza y le devolví la libreta. Sentí algo vibrar en mi pantalón, era mi móvil. Lo saqué un poco para ver quien era y entonces supe que ya era la hora. Pattie me avisaba de que tenía que llevarme ya a Justin, pero por si acaso fui al aseo para que mi amigo no oyera nada y la llamé.

Conversación Telefónica

- ¿Ha llegado ya?.-Pregunté en cuanto cogio el teléfono.

- Acaba de mandarme un mensaje su padre, acaban de aterrizar y se dirigen para la casa.-Hizo una pausa.- Luego se irían a la tienda y bueno, ya sabes…

 - Está bien, ¿tiene Caitlin preparada la cámara para el momento?-Pregunté.

-Si, se esconderá detrás del mostrador con Christian y cuando se vean lo grabará.-Rió.- Por cierto, Chaz os acompaña ¿vale?

-¡  Por supuesto! ¿ Nos vamos ya?.

- ¡Claro! porque ellos están a punto de llegar.

- Vale vale, ya nos vamos. Nos vemos allí.

- Si, adiós.

Fin Conversación Telefónica

 Guarde de nuevo el móvil en el bolsillo y fui hasta donde estaba Justin. Le quité su libreta de canciones y la dejé en la mesa. Me miro extrañado.

- Tío, tienes que comprarte una guitarra nueva.-Le propuse, como excusa para llevármelo.- Vamos ahora mismo a comprarte una.

- ¿Ya?.-Parecía que no se movería de allí.

-Claro, ¡venga!

Lo agarré de la camiseta levantándole de la cama y le entregué unas gafas y un gorro para que asi no le reconociesen por la calle. Empujándole todo el tiempo, salimos de la casa y nos reunimos con Chaz que estaba justo en la puerta apunto de llamar al timbre.

- ¿Vamos ya?.-Preguntó Sommers.

- Claro claro, es que sois unos lentos.-Alcé los brazos.-Hay que ir deprisa.

Y dicho esto nos encaminamos hacia la tienda con paso ligero…

- NARRA ALICIA-

 Tras aterrizar, montamos en un taxi dirección a nuestro nuevo hogar. Estaba bastante frustrada ya que ni aun sabia donde me encontraba, pero el lugar me resultaba agradable. Cada vez que pasábamos por un cartel que ponía el lugar en donde estaba, antes de que pudiera verlo mi padre ponía sus manos en mis ojos impidiéndome asi, la visión.

- Son doce con veinte.-Pidió el conductor cuando aparcó frente a nuestra casa.

Le entregamos el dinero  y cogimos nuestras maletas. Me puse realmente nerviosa, por fuera se veía bastante grande y bonita, pero ¿Cómo seria por dentro? Miré a mi padre que sacaba las llaves de la casa con una amplia sonrisa en el rostro.

- ¿Preparada?.-Preguntó.

- Más que eso.-Le guiñé el ojo.

 Metió la llave en la cerradura y abrió la puerta. Entré con los ojos cerrados y cuando supe que ya me encontraba en el interior de la casa los abrí lentamente.

-¡ OH DIOS MIO!.-Grité poniéndome las manos en la cara.

- Veo que te gusta…-Opino mi padre.-Es bonita.

- ¿Bonita? ¡ES PRECIOSA!.-Volví a gritar.

Comencé a correr por el largo pasillo dando saltos de alegría. La cocina era enorme pero el salón era de grande como mi antigua casa, una pasada. Moría por ver mi habitación.

- ¿Sabes lo que falta aquí?-Dijo mi padre.

- ¿Qué puede faltar? está todo genial.-Opiné yo.

- Un piano, antes tenias uno pero se rompió y ahora creo que te vendría bien.

 Los ojos se me abrieron como si de platos se tratasen  y me puse a gritar mientras saltaba. Hacia bastante que no tocaba el piano, la ultima vez fue con…. Justin…. Joder, lo echaba de menos, quería hablar con él ya mismo, necesitaba oír su voz de nuevo.

- Bueno, ¿vamos? sé de una tienda genial.

Asentí con la cabeza y nos fuimos. Habíamos dejado todo el equipaje en la entrada, sin deshacer, al volver ya lo haría tranquilamente.

Fuimos andando hasta el sitio ya que no estaba muy lejos y perfectamente se podía ir a pie. Cuando entramos una chica muy simpática corrió a nosotros y nos atendió. Pareció coquetear con mi padre porque comenzó a guiñarle el ojo; reí por lo bajo.

- ¿Qué desean?.

- Queríamos ver un piano…-La chica me miró de reojo.-De cola.

- Tengo uno aquí que acaban de traer.-Lo señalo.- Es muy bonito.

Nos guió hasta él y me quedé contemplándole un buen rato. Sentí que alguien me vigilaba pero no había casi nadie en esa sala, sólo una mujer, un chico y ya.

 - Toca algo ¿No?.-Me ofreció mi padre una vez que estuvimos frente a él.

En ese momento estaba totalmente en blanco pero me vino a la cabeza una canción de Justin, “Down To Earth” y aunque no me la sabía muy bien comencé a interpretar lo que era la música. Entonces un millón de recuerdos me vinieron a la cabeza, cuando quedé con él en el metro para conocerle, cuando al final me convenció para irme con él, cuando en aquella fiesta me besó… demasiadas cosas en un momento. Noté como las lagrimas se me salían de lo ojos, soltando todo lo que había aguantado estos cuatro días sin Justin, era para mi como una droga.

-NARRA JUSTIN-

Llevábamos un tiempo en aquella tiendecita, la dependienta estaba buscándome en el almacén una guitarra bonita mientras yo esperaba allí con mis amigos. Al tiempo, comencé a oír una hermosa melodía, me era reconocida, muy reconocida.

 - Chicos, ¿no os suena de nada esta canción?-Les pregunté.

- Claro, la de Down To Earth.-Dijeron los dos a la vez.

-¡Es verdad!-Chasqueé los dedos.

Al compás de la música empecé a cantar la canción pero no muy alto. Descubrí que no era un CD, si no que era alguien que la estaba tocando aquello. Los chicos me miraban atentos pero no decían nada.

- ¿Por qué no miras detrás  de ti?-Propuso Ryan.

Obedecí lo que decía y volteé la cabeza. había una chica sentada en un piano…

- NARRA ALICIA-

Terminé de tocar la canción y suspiré hondo. Mi padre me miraba atento y la chica que trabajaba allí sonreía ampliamente. Me quedé mirando las teclas por un tiempo, pensando y luego oí como un especie de ruido que hizo mirar al frente.

En ese momento todo lo que tenia en mi me mente se me esfumo por completo. Había un chico allí, mirándome con los ojos abiertos como platos, pestañeé seguidamente por si estaba en un sueño. Me levanté de la silla y contemplé por un momento la situación, ¿Justin? ¿era Justin? no podía ser, el no sabia donde estaba ¿o si? no no, era imposible. Dios ¡era él! quería ir corriendo para abrazarle, besarle, decirle que no podía estar sin él pero mis piernas no reaccionaban al igual que las de él.

- Bueno, ¿os vais a quedar siempre asi o que?-Exclamo mi padre riendo.

Le miré y luego salí corriendo de la sala donde me encontraba. Atravesé la puerta y entonces Justin corrió a mí, llorando igual que yo. Me abrazo dándome una vuelta en el aire.

- ¿Qué haces tu aquí? ¿Cómo?

- Te he echado de menos Justin.-Le informé ignorando su pregunta.

Me sequé las lágrimas y volví a tirarme a sus brazos.

- Y yo mi amor…-Besó mi cabeza.

Nos separamos para mirarnos, deseaba volver a besarle pero no sabía si seria el momento. Sin poder aguantar mas, cogi su cara entre mis manos y la arrastré hacia mi haciendo que nuestros labios se fundieran en un dulce beso. Sabía que mi padre estaba ahí mirando pero ¿Qué mas daba? ahora solo me importaba él, NOSOTROS.

Me apretó contra él poniendo sus manos en mi cintura. Sonrio en mitad del beso y eso provoco que yo hiciera lo mismo. Comencé a quedarme sin aire pero quería aguantar más. Metió su lengua en mi boca y oí unas risas a mi espalda, supe que debía separarme.

- ¿Cómo me has encontrado?-Le pregunté.

- ¿Yo? querrás decir tú.-Exclamo él.

Puse cara de ¿WFT? y giré la cabeza mirando a mi padre confundida. Colocó las manos en mi hombro esbozando una sonrisa.

- Bienvenida a Atlanta.-Dijo natural.

- ¡Di hola a la cámara!-Me ordeno alguien desde el mostrador.

Miré y eran los hermanos Beadles grabando todo. ¡NO ME LO PODIA CREER! ¡ESTABA EN ATLANTA! CON MI NOVIO! ¡EN ATLANTA! ¿Puedo morir ya? *-*

También estaban Chaz  y Ryan en un lado partiéndose de risa al presenciar la escena que habíamos montado Just y yo.

- Un momento… ¿Esto lo habéis planeado vosotros.-Dijo Justin.

- Biebs, te amamos.-Le respondió Chirstian.

Iban a pelearse cuando recordaron que estaban un sitio público y si no querían cámaras en menos de dos segundos alrededor del recinto debían de estarse quietecitos.

Reí por hacer algo y fui corriendo para abrazar a Caitlin y luego a su hermano. También abracé con mucho cariño  a Chaz y Ryan. Luego volví al lado de Justin.

- Bueno, ¿y a mi nadie me dice nada?.-Intervino una mujer. Pattie.

- Madre mía, ¿tu también?!.-Me llevé las manos a la cabeza.

Corrí hasta ella y bese su mejilla fuertemente. Cuando nos separamos sentí unos brazos alrededor de mi cintura, era Justin. Volteé un poco la cabeza y besé sus labios.

- Bueno, aun queda más.-Nos interrumpió mi suegra.- ¿Preparados?

- ¡CLARO!.-Exclamamos mi novio y yo a la vez felices.

- Es sobre la casa…-Intervino Ryan.-El sitio…

- ¡Eh! quiero ver donde vives.-Me dijo Justin.

Asentí con la cabeza y lo cogí del brazo. Salí corriendo de la tienda y fui asi hasta donde vivia recordando el camino que habia hecho para llegar;  antes de salir oí gritar a Caitlin “espérame que quiero seguir grabando” pero no le hice caso. Estaba tan feliz que solo quería correr, gritar, saltar y estar con Justin.

Llegamos a donde vivía y señale la casa, él me miro con confusión.

- No puede ser, aquí vivo yo…

- No no, yo vivo aquí.-Busqué la llave para mostrársela.-¿Ves?

- Un momento…-Cerró los ojos y los volvió a abrir.-Yo vivo aquí al lado.

Señalo una pequeña casa que estaba justo a la izquierda de la mía, separada por muy pocos metros. Sin duda, me había tocado el gordo de Navidad con todo esto.

- Entonces…-Dije yo.

- ¡SOMOS VECINOS!.-Gritamos los dos abrazándonos.

- ¡Estaremos todos los días juntos! y a lo mejor si escalo por el árbol este.-Lo señaló.-Puedo llegar a tu habitación por las noches.

- Eh para el carro Bieber.-Le dije en broma.-Ni loco vas a trepar por ahí.

-Pues veré la forma de llegar a tu ventana.-Dijo seductoramente.

Sonrió y se acercó a mí. Presiono nuestros labios por unos segundos haciéndome sentir miles de sensaciones por todo mi cuerpo. Ahora nada podía separarnos, ya no existía distancia, ya no existía nada que podía hacernos romper nuestra relación. Estaba segura de eso…

Abrí la puerta y pasamos adentro. Mis maletas aun estaban donde las había dejado hacia algunas horas, cogi la mía y la subí para arriba mientras Justin venia detrás de mi. Abrí la puerta y me encontré un millón de globos morados por el suelo. Fijo, había sido Cait.

- Who! me encantan! pero a ver que hago yo con todo estos globitos.-Cogi uno.

- Anda déjalos por ahí.

Me lo quitó de las manos y lo dejo entre los otros muchos. Le miré encarnando una ceja y el divertido rió. La maleta que llevaba en mi mano pasó a estar a un lado de la habitación, luego colocaría la ropa, ahora quería estar con mi novio al que tanto había añorado.

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Hooooooola! Bueno, antes que nada quiero decir que no podria haber hecho el capitulo sin Debii , porque me ha ayudado a escribirlo asi que este capitulo si ha salido bien ha sido gracias a ella. Vi vuestras ideas que me pusisteis ¡ y me encantaron! pero al fianal puse esta que me dijeron por Twitter.

¡MIL GRACIAS POR VUESTROS COMENTARIOS! OS QUIERO MUCHISIMO. Y si veis que no comento en vuestros Blogs decidmelo porque a veces en mi lista no me sale cuando subís, Blogger está muy gilipollas ultimamente.

En fin, eso era todo. Un Beso muy muy grande chicas!